martes, 8 de noviembre de 2016

QUIERO MI CUBALIBRE


Cuando uno tiene la inmensa suerte de viajar por el mundo, ya sea por negocios o por placer, se enriquece enormemente como ser humano, gracias a las diferentes culturas, religiones y sobretodo, a las personas que uno conoce por ese apasionante camino. Ya sea en pleno desierto, en la jungla amazónica, en el primer, el tercer o cuarto mundo o en los albores del Caribe, siempre encuentras personas excepcionales de las que enorgullecerse como ser humano, y con las que disfrutar de la vida. Algunas de estas personas viven con $24 al mes, mientras otros no sobreviven con $2.400, y todos son igual de dignos, mas no igual de felices. Algunos lo tienen todo, y no saben valorarlo. Otros no tienen nada, y aún así saben apreciarse. Muchos sufren dificultades y aman su patria hasta la muerte, otros, simplemente la critican, y se autoflagelan en la excusa. Hay quien se escuda en la política, y quien desenvaina la espada en su búsqueda de la libertad. Algunas personas buscan luz en el futuro, mientras otras solo ven oscuridad en el pasado. Hay quien baila al son de la música cuando llueve, mientras otros se sientan cuando sale el Sol. Y en este maravilloso viaje que es la vida, al final te das cuenta que no hay fin que justifique los medios, pues tu destino es el viaje en si mismo.




Ya lo decía Gloria Estefan, curioso destino el que aún nos separa...