No hay justificación alguna contra la barbarie y la sinrazón de aquellos que nacen sin corazón.
A Occidente solo le queda unirse y aunar esfuerzos en contra de esta batalla que el Maligno ha librado en la mente de los perturbados, y que no tienen hueco entre los civilizados.
Requiescat In Pace todos los inocentes.
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