¡Oh líder!, cuan feliz me sabes hacer,
pues de mí nada más has de esperar,
que amar a la vida, más sonreir a la par,
y antes de hablar, saber escuchar.
Aprendí a no escribir sin pensar,
pues siquiera una persona herida,
no debía haber, sin ser sentida,
ni un solo odiado, sin poder amar.
De tí aprendí a no cejar jamás,
pues un gran hombre no ha de desistir,
sino ensayar hasta lograr triunfar.
Y cuan afortunado he de ser,
si el futuro en mis manos está,
pues antes de morir, ¡elegí vivir!
P.D. Este soneto, está dedicado a todos los alumnos que cursaron la primera promoción del Master de Liderazgo, y a nuestro estimado Master Leader.
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